Me prometo a mí misma,
nunca jamás volver a hacerte algún reproche,
y procurar el cuerpo tuyo, por la noche,
y no es por ti, si no por respeto a mí.
Me prometo a mí misma,
no permitir que tus ofensas hagan nido,
en mi alocado porvenir,
no te lo voy a permitir,
y no es por ti, si no por respeto a mí.
Sé que mis deseos por tenerte,
buscan mil motivos para hablar,
pero si mis brazos no te pueden alcanzar,
dime para qué te vuelvo a amar.
Me prometo a mí misma,
cuando me duerma nunca más vuelva a sonarte,
y acabaré con mis deseos de besarte,
y no es por ti, y no es por ti, si no por respeto a mí.
Sé que mis deseos por tenerte,
buscan mil motivos para hablar,
pero si mis brazos no te pueden alcanzar,
dime para qué, para qué te vuelvo a amar.
Sé que mis deseos por tenerte,
buscan mil motivos para hablar,
pero si mis brazos no te pueden alcanzar,
dime para qué te vuelvo a amar.