Rosja prowadzi haniebną wojnę z Ukrainą.     Bądź z Ukrainą!
Podziel się
Rozmiar czcionki
Oryginalne teksty (piosenek)
Zamień języki stronami

Romance sonámbulo

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
 
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, el gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
Pero ¿quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
 
-Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
-Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo.
ni mi casa es ya mi casa.
-Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
-Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
-Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas;
¡dejadme subir!, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
 
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblando en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.
 
Verde que te quiero verde,
verde viento, verde ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime,
dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¿Cuántas veces te esperara?,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
 
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con los ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles, borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
 
Tłumaczenie

Romanza sonnambula

Verde che ti voglio verde
Verde vento. Verdi rami.
La barca sul mare
e il cavallo sulla montagna.
Con l’ombra nella cintura
lei sogna sul suo balcone
verde carne, capelli verdi,
con occhi di freddo argento.
Verde che ti voglio verde.
Sotto la luna gitana,
le cose la stanno guardando
e lei non le può guardare.
 
Verde che ti voglio verde.
Grandi stelle di brina,
vengono con il pesce d’ombra
che apre il cammino all’alba.
Il fico strofina il vento
con la corteccia dei sui rami,
e il monte, gatto ladro,
rizza le sue acerbe agavi.
Ma chi verrà? E da dove…?
Lei insegue sul suo balcone,
verde carne, capelli verdi
sognando il mare amaro.
 
- Compare, voglio cambiare
il mio cavallo con la sua casa,
la mi sella col suo specchio,
il mio coltello con la sua coperta.
Compare, arrivo sanguinando
dai porti di Cabra.
Se potessi, ragazzo,
questo accordo si chiuderebbe.
Ma io non sono più io.
Né la mia casa è più la mia casa.
- Compare, voglio morire
decentemente nel mio letto.
Di acciaio, se è possibile,
con le lenzuola d’Olanda.
Non vedi la ferita che ho
dal petto alla gola?
- Trecento rose brune
sopporta il tuo sparato bianco.
Il tuo sangue zampilla e odora
attorno alla tua benda.
Ma io non sono più io
Né la mia casa è più la mia casa.
- Almeno lasciami salire
fino agli alti balconi,
lasciami salire!, lasciami
fino ai verdi balconi.
Ballatoi della luna
da dove l’acqua rimbomba.
 
Già salgono i due compari
fino gli alti balconi.
Lasciando una scia di sangue.
Lasciando una scia di lacrime.
Tremavano sulle tegole
lanternine di latta.
Mille tamburelli di cristallo
ferivano l’alba.
 
Verde che ti voglio verde,
verde vento, verdi rami.
I due compari salirono.
Il lungo vento, lasciava
in bocca uno strano sapore
di fiele, di menta e di basilico.
Compare! Dimmi, dov’è?
Quante volte ti aspettò!
Quante volte ti ha aspettato,
volto fresco, capelli neri,
su questo verde balcone!
 
Sul rostro della cisterna,
si cullava la gitana.
Verde carne, capelli verdi,
con occhi di freddo argento.
Un ghiacciolo di luna
la sostiene sopra l’acqua.
La notte si fece intima
come una piccola piazza.
Guardie civili ubriache
sulla porta bussavano.
Verde che ti voglio verde.
Verde vento. Verdi rami.
La barca sul mare.
E il cavallo sulla montagna.
 
Federico García Lorca: Top 3
Komentarze