Silba el viento, arrecia la tormenta,
zapatos rotos, pero hay que ir
a conquistar la roja primavera
donde surge el sol del porvenir.
A conquistar la roja primavera
donde surge el sol del porvenir.
Cada comarca es patria del rebelde,
cada mujer le da un suspiro a él,
por la noche lo guían las estrellas,
fuerte el corazón y el brazo al golpear.
Por la noche lo guían las estrellas,
fuerte el corazón y el brazo al golpear.
Si nos pilla la cruel muerte
dura venganza vendrá del partisano,
segura está ya la dura suerte
del fascista vil y traidor.
Segura está ya la dura suerte
del fascista vil y traidor.
Cesa el viento, amaina la tormenta,
vuelve a casa el altivo partisano,
agitando su roja bandera,
victoriosos, libres somos por fin.
Agitando su roja bandera,
victoriosos, libres somos por fin.